Pocaterra era el delincuente más buscado por la policía y el ejército en el Zulia en 2006. Entre julio y agosto cometió seis violaciones, todas en el distrito norte de Maracaibo. El viernes 8 de septiembre, los presos en el puesto de control lo decapitaron. En una casa de concreto rosado rodeada de potreros y máquinas de arar en la localidad de Caramacate, a 45 minutos de San Fernando de Apure, fue detenido en 2006 el hombre más buscado del Zulia: el enfermo mental y violador Ángel Pocaterra, de 45 años.

Serían las 17.30 horas del miércoles 6 de septiembre, cuando una comisión mixta de seis hombres de Polimaracaibo y Gaes pisó el llano para sortear la casa donde se escondían desde hacía 21 días. Su cómplice, Freddie Rivero, identificado por las víctimas de Pocatella, fue detenido el miércoles por la mañana, entregado a interrogatorio policial y dado a conocer el paradero del peligroso hombre.

A las 7:00 de la noche corrió la voz por varios distritos de Maracaibo de que Ángel Alberto Pocatella había sido detenido en Apure. Su detención provocó un clamor público en el Zulia: entre julio y agosto de 2006, el hombre violó a seis mujeres en diferentes barrios de Maracaibo y finalmente fue detenido sin oponer resistencia al encarcelamiento.

Un avión privado llevó a Pocaterra a la tierra del zuliano a las instalaciones de la base aérea Rafael Urdaneta (Barú), donde fue escoltado por vía terrestre hasta la sede de Polimaracaibo. «El hombre que aterrorizaba a las mujeres de Maracaibo fue metido en la cárcel. Ahora pueden dormir tranquilas», dijo Nelson Acurero, exdirector de Polimaracaibo en ese momento.

“No tengo que disculparme. Yo cargo con mi culpa, pero los que me acusan tienen que demostrármelo uno a uno”, dijo a sus familiares en Barú en exclusiva para PANORAMA. En una entrevista realizada por la policía a la medianoche de este miércoles, antes de ser trasladado al retén de El Marite, Pocaterra reveló con frialdad que no tenía remordimientos y que no haría ningún tipo de declaración sobre los motivos de su detención.

«No hablaré hasta que se abra la investigación. Voy a enfrentar cualquier proceso que se me presente. Si estoy aquí, es por una razón. Solo tuve una oportunidad de reintegrarme a la sociedad, y no lo hice». , tal vez Porque no me dejan.

En diciembre pasado, solo encontré trabajo como chofer, pero mi patrón vivía en la misma urbanización que el juez que lleva mi caso. Les dijo a mis jefes que estaba en la cárcel ya la semana siguiente me despidieron. Salí de ahí (fuera del trabajo) con ganas de rehacer todo, quería atacarla (juez) y hacer todo lo que había hecho antes. Tal vez ese momento me afectó. Pasé 22 años y 6 meses en prisión. Conmutaron mi sentencia por 30 años a cambio de mi sentencia. Presuntamente, pagué por dos homicidios, una violación y un robo. Pero lo único que hice fue vender el aire (del apartamento). La violación y el asesinato son cometidos por otros.