Natalia Améstica, ex manager del rapero Canserbero, reveló recientemente su implicación en los asesinatos de su marido, Carlos Molnar, y del rapero, a casi nueve años de sus muertes.

Con esta evidencia se desecha la teoría de que el cantante de ‘Querer querernos’ haya tomado su propia vida.

En un video compartido por la Fiscalía venezolana, la mujer reveló que sus hijos no estaban en casa ya que se los había llevado su abuela, dejándola sola con solo dos hombres como compañía.

Video de como quedo canserbero
«Tuve la oportunidad de ofrecerles una taza de té en la que añadí Alpram, un medicamento para la ansiedad. Una vez que comenzó a sentir somnolencia, me encontré en la cocina preparando la cena. Cuando Carlos llegó y vio mi estado, lo atacé directamente en el cuello. Cayó al suelo y continuó el ataque por la espalda y el brazo”, explicó.

En el mundo del rap en español, el nombre de Cancerbero resuena con una fuerza inigualable. Este talentoso y apasionado cantante, cuyo nombre real fue Tyrone González Oramas, dejó una huella imborrable en la escena musical, consolidándose como una figura emblemática del rap venezolano.

Cancerbero, también conocido como el «Filósofo del Rap», no solo se destacó por su destreza lírica y fluidez en el micrófono, sino también por sus letras profundas y reflexivas. Su capacidad para plasmar las complejidades de la vida, la sociedad y sus propias luchas personales lo convirtieron en un referente para muchos seguidores del género.

Nacido el 5 de octubre de 1989 en Maracay, Venezuela, Cancerbero emergió en la escena musical con una fuerza arrolladora. Su estilo único y su voz inconfundible resonaron con una autenticidad que conectaba con la audiencia de manera visceral. A través de sus rimas, abordó temas como la desigualdad, la violencia, la pérdida y la búsqueda de significado en un mundo tumultuoso.

A pesar de su corta vida, Cancerbero dejó un legado musical perdurable. Su álbum «Apocalipsis» se erige como una obra maestra que captura la esencia misma del rap, fusionando líricas contundentes con beats impactantes. Canciones como «Maquiavélico» y «Es Épico» se han convertido en himnos del rap latinoamericano, recordando a sus seguidores la profundidad y la potencia de su arte.

Trágicamente, la vida de Cancerbero fue interrumpida en 2013, cuando falleció a la edad de 24 años. A pesar de su partida prematura, su influencia perdura, y su memoria sigue viva en cada estrofa que dejó grabada. Cancerbero no solo fue un rapero excepcional, sino también un poeta que trascendió las barreras del género, dejando una marca imborrable en la historia de la música urbana.